Según informó el Daily Mail, los veterinarios decidieron realizarle una cirugía de emergencia para extraerle las punzantes espinas de su cabeza y sus pies. Pero a pesar de que ya se está recuperando del ataque que sufrió algunas de las púas quedaron dentro del cuerpo del perro.
Jerry y Noles Allison, los dueños del bulldog, explicaron que éste se hallaba jugando con otros animales domésticos cerca del estanque de su casa el 29 de julio pasado, cuando se encontró con un puercoespín. Esto a pesar de que este tipo de roedor erizado, lento y pasivo, suele moverse durante la noche.
La familia Allison cree que el puercoespín visitó su estanque para beber agua porque la misma está escaseando en Oklahoma. Y también piensan que Bella Mae se colocó demasiado cerca de su agresor, lo que provocó su ira y el posterior ataque punzante.
Utilizamos cookies propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarte publicidad personalizada a través del análisis de tu navegación, conforme a nuestra política de cookies. Si continúas navegando, aceptas su uso.