El enorme animal solo pudo ser liberado con la intervención de las autoridades de la localidad de Salt Lake City, quienes no tuvieron más opción que cortar las cadenas.
El sargento Lane Findlay, parte de las autoridades, fue quien tuvo que enfrentar al alce, ya que este en un principio reaccionaba de forma adversa ante su presencia.
‘Tomé la decisión de ir ahí y ver qué podía hacer. Afortunadamente, el alce estaba cansado y no se sentía amenazado’, manifestó.
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