
Según fuentes policiales, la víctima, A.M.A.M, de 49 años, y su esposo, también originario de Reino Unido, se encontraban practicando sexo sobre una de las barandillas de un espacio público del recinto cuando, en un descuido consecuencia del frenesí, esta se resbaló hacia el vacío.
Su caída se vio frenada de forma súbita, ya que el tobillo derecho de la británica se quedó atrapado entre dos barrotes de una escalera situada varios metros por debajo de donde se encontraba. Debido a este brusco frenazo, la turista se quedó colgada boca abajo y totalmente desnuda a escasos palmos del suelo mientras su marido trataba de conseguir auxilio.
Cuando los equipos de emergencia llegaron junto a la mujer, esta aún permanecía colgada a varios palmos del suelo. Una vez superada la sorpresa inicial, los bomberos liberaron a la turista tras abrir con una cizalla los barrotes que aprisionaban su pierna derecha.
De manera inmediata, la mujer fue atendida por los servicios sanitarios, que en una primera exploración detectaron una fractura de carácter menos grave en su tobillo.
Como consecuencia de esta lesión y con el objetivo de realizar una exploración más amplia, el personal médico decidió trasladarla al Hospitén Sur. La fatalidad para la pareja británica no acabó aquí. Una avería en las señalizaciones acústicas del vehículo obligó a que una de las patrullas de Policía tuviera que abrirle paso hasta su llegada al centro hospitalario.