El ciudadano dominicano Luis Rodríguez Taveras, 45 años, quien por una erección que le duró 27 días permaneciera internado en el Centro Médico Cibao de Santiago, decidió salir huyendo del hospital cuando escuchó que la única solución para su problema era la amputación:
Tras la negativa del paciente, los médicos resaltaron la importancia de llevar a cabo la intervención, ya que aseguraron que era necesaria y no sólo eso, sino que también apuntaron que su adicción a la cocaína pudo ser las causa principal de la prolongada erección.
A pesar de los pronósticos de los doctores, la erección comenzó a ceder gradualmente tras un tratamiento aplicado por un urólogo de otro centro médico, a quien definió como un buen doctor y una persona "muy humana".