Ya en uno de los documentos más antiguos de la cultura egipcia, conocido como el Papiro de Ebers, se revelaba uno de los métodos más extravagantes pero efectivos que utilizaba Cleopatra para preservar su juventud y belleza.
Tras investigar durante más de tres años, Martín Carrillo, un cirujano especialista en medicina estética, comprobó las bondades de este tratamiento y después de perfeccionar la fórmula decidió lanzarlo al mercado.
Se trata de una crema espesa de color blanco fabricada a base de miel y de las proteínas y nutrientes que contiene el semen.