Un joyero francés especializado en las "joyas íntimas" comercializa en París el juguete sexual más caro del mundo (54 mil dólares) en oro de 18 quilates, engastado con 117 diamantes.
Para que el objeto no sea demasiado pesado "y sea cómodo al usar" es hueco, pero su estructura es en oro macizo.
La iniciativa del joyero no sorprende a Alain Plumay, curador del Museo del Erotismo de París: "hay una suerte de continuidad. Los objetos de representación fálica realizados en materiales preciosos como los cuernos de ciervo, marfil o bronce existen desde el neolítico", dijo a la AFP.