Kay Underwood, estudiante británico de 20 años, sufre una forma de catalepsia que le provoca convulsiones con cualquier tipo de emoción fuerte, y una carcajada o un sentimiento de rabia o miedo, por ejemplo, hacen que se desplome en cualquier lugar, informa The Daily Telegraph.
Curiosamente, aunque Underwood puede quedar paralizado durante varios minutos, mantiene la capacidad de oír lo que ocurre a su alrededor.
"En una ocasión sufrí un colapso en unas escaleras", recuerda el joven. "Una mujer pasó cerca, me golpeó en la cabeza, y dijo que debería haberme desmayado en un lugar más adecuado", declara.
Underwood, al que la enfermedad le fue diagnosticada hace cinco años, sufre también narcolepsia (enfermedad que le hace caer en un repentino sueño sin señales previas), y en una ocasión llegó a sufrir cuarenta colapsos en un solo día.
Según el rotativo inglés, la narcolepsia afecta a 30.000 británicos, y un 70% de ellos sufre también alguna forma de cataplexia.
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