El psicólogo William Lassek, de la Universidad de Pittsburgh, encabezó una investigación en la que descubrieron que además de los músculos, el común denominador en todos aquellos hombres con cuerpos atléticos es un pobre sistema inmunológico y un mayor apetito.
>>Pero qué carajos importa que anden con hambre, desde que se vean así de gruesos, de vigorosos, uno les ayuda a que traguen.
>>¿Si ven? más ventajas, más sexo, más músuculo! esoo sufran por ser musuculosos así como nosotras sufrimos por estar buenas!!
El precio que hay que pagar
En las mismas personas en las que se realizó el estudio, se encontró que los músculos no llegan gratis. Los hombres atléticos se encuentran hambrientos la mayor parte del tiempo, debido a que los índices de masa muscular se reflejan en un mayor consumo de calorías.
Además, comparados con los hombres delgados, los musculosos tienden a producir menos glóbulos blancos (que ayudan a combatir a agentes infecciosos) y también una menor cantidad las moléculas que ayudan al sistema inmunológico.
>>Con hambre y con ganas, así los queremos, grandecitos y musculosos. Y por falta de glóbulos, no se van a morir!!!!! ahora hay cuanto suplemento para las defensas o no? Aunque con esos músuculos, uno les ayuda a bajar la fiebre, a escurrir el moco, a que les pase la gripa….