La criatura medía más de 13 metros de largo y pesaba 1,25 toneladas, y fueron hallados sus restos hace dos años. Se ha comparado la longitud del reptil con la de un autobús y su cuerpo era tan ancho que no cabría, sin contraerse, por la puerta de una habitación.
El tamaño del reptil es revelador porque la dimensión de las serpientes y de otros animales de sangre fría depende de la temperatura de su hábitat.
Se calcula que la serpiente necesitó una temperatura media anual de entre 30 y 34 grados centígrados para sobrevivir, hasta 6 grados más que la temperatura media hoy en la ciudad costera colombiana de Cartagena (28 grados).