Expertos en investigadores concluyen que poco después de un encuentro con una bella mujer, un hombre no piensa con claridad. Entre las mujeres en cambio no tuvo ese efecto encontrarse con un hombre guapo.
Los hombres que tenían contacto con mujeres especialmente atractivas estaban "muy ocupados por la impresión que daban", lo que seguramente afectó su rendimiento intelectual.
Las mujeres participantes no se veían impactadas en cambio en su capacidad de racionamiento al estar con hombre atractivos.