Esta especie de hombre insecto de carne y hueso, tan real como la vida misma y de identidad desconocida, recorre las calles del municipio transalpino día y noche porque asegura que "la ciudad se ha vuelto loca y necesita alguien que la proteja".
"Hago lo que puedo para salvar mi mundo, la ciudad en la que vivo", dice en su página de la red social MySpace.
Quizá no sea un superhéroe como Spiderman o Superman. Ni tenga tanto dinero como Bruce Wayne (Batman) para desarrollar artilugios futuristas en su lucha contra el crimen. Puede que sea un ridículo para la mayoría de los mortales, pero lo cierto es que está consiguiendo hacer ruido