Agus Iman Solihin, cabeza de la secta Satrio Piningit Weteng Buwono, que cuenta con unos 40 miembros adultos, también era buscado en relación a un crimen de homicidio involuntario.
Pero no sólo el escándalo es debido a sus prácticas indecentes, sino que además se revelaron casos de muertes por no recibir atención oportuna, cuando él decía que podía curar a los enfermos.
El Ministerio de Asuntos Religiosos investigará por su pare si la secta cometió alguna "desviación". El delito de indecencia acarrea una pena máxima de nueve meses de cárcel.