Estudios realizados por científicos de las universidades de Pennsylvania y de Temple, en Estados Unidos, revelaron que cuando una persona miente, el cerebro se activa en el lóbulo frontal, temporal y límbico.
Según expertos e investigadores, cuando alguien miente, su cerebro lo inhibe de decir la verdad y eso hace que el lóbulo frontal esté más activo, de tal forma que la persona tiene que pensar más.
Contrario a lo que se pudiera pensar, explica la publicación, las persona mienten más cuando conversan entre sí, que cuando se comunican por otro medio, ya sea correo electrónico o vía telefónica.