Este experimento, que debe durar un mes, se lleva a cabo en 38 vuelos interiores entre Tokio y Sapporo (norte) y Okinawa (sur), y en cuatro vuelos internacionales entre Tokio y Singapur, indicó este miércoles un portavoz de ANA.
Según ANA, si la mitad de los pasajeros del total de los vuelos sigue este consejo, la compañía conseguiría reducir sus emisiones de gas carbónico en 4,2 toneladas por mes.
Esta medida se inserta en un programa experimental llamado ‘e-flight’, que contiene numerosos otras iniciativas como el remplazo de las botellas de vino en cristal por otras más ligeras en plástico e incluso la utilización de palillos para comer en madera reciclada.