La fecunda odisea de Desmond Hatchett salió a la luz gracias a que un juez lo citó por una acusación de falta de pago de alimentos. Las autoridades de un condando de EEUU planeaban incautarle la mitad del sueldo para pagarle alimentos a las once madres de sus hijos pero se dieron cuenta que con lo que gana el hombre la cifra resultaría en tres dólares por niño por semana.
La comunidad cercana y amigos mostraron furiosos y amenazaron con castrarlo. El hombre prometió que no tendría más hijos. "Hasta acá llegué". Desmond sostiene que sabe los nombres y las edades de sus 21 hijos que van desde recién nacidos hasta los 11 años.
Keith Pope abogado de Desmond explicó que "Desmond no puede mantener a todos esos hijos así que el estado de Tennessee va a tener que hacer algo".
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