La fea mata pilosa que emerge de un sector de la oreja del hindú ya medía cerca de cinco centímetros cuando le otorgaron el premio Guinness en el año 2003. Ahora que se vuelve a encaramar en la horrorosa cima de su especialidad los pelos le sobresalen el doble. Tanto que se los lava con shampoo y se los peina con un peine común.
A pesar de su récord mundial, Radhakant se queja de que la gente considera su conquista poco valiosa y además sostuvo que el gobierno de la India no le ha mostrado el respeto que se merece.