Este caso es totalmente triste y divide opiniones en redes sociales: algunos dicen que no merecía pagar ese precio y otros solo ríen al conocer la mala suerte del estudiante. Lo cierto es que cuando el joven se disponía a echarle ají a su empanadita, la policía lo abordó y le puso un comparendo por comprar comida a vendedores ambulantes bajo el argumento de “Propiciar la ocupación indebida del espacio público”.
El hambriento e infractor estudiante relató lo sucedido en CityTv, diciendo que “Me comí la empanada más cara de mi vida” debido al Código de Policía.
“En ese momento sí cometí un error comprando a un vendedor ambulante, pero también yo tenía la buena fe […] que ese vendedor tenía los permisos para ejercer la venta ahí”.
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