Dos borrachos probaron un chaleco antibalas… ¡Contra ellos mismos!

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Por loco que parezca, esta es la historia de dos amigos, Charles Ferris, de 50 años, y Christopher Hicks, de 36, quienes luego de compartir varios tragos de cerveza y empezar una loca conversación sobre el chaleco antibalas que portaba uno de ellos, decidieron probar su efectividad.

Ferris, quien inicialmente llevaba puesto el chaleco, le pidió a su amigo que le disparara para ver qué se sentía, Hicks, como buen amigo, acudió a la petición. Según expertos, el chaleco detiene la bala pero no la totalidad de la fuerza con la que impacta el cuerpo, por lo que el balazo le causó un gran dolor a Ferris. Enojado, pidió cambiar papeles para vengarse. Una vez Hicks tenía puesto el chaleco, Ferris descargó el arma en su espalda.

Ninguno de los dos llegó a tener alguna lesión de gravedad, pero ambos experimentaron gran dolor, por lo mismo debieron ser atendidos en un hospital local en donde fueron interrogados por la policía. En un principio lo quisieron ocultar tras historias falsas, pero la esposa de uno de ellos salió a desmentir los hechos. Ambos enfrentan cargos por agresión agravada y una pena de hasta 6 años de cárcel.