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Pidió un alargador de pene y le vendieron una lupa

Laura Moreno

Pocos habrán padecido la decepción que sufrió hace unos días un ciudadano de Pontevedra, España, al abrir un paquete que anhelaba con ilusión.

Días antes, había dado los pasos precisos para adquirir un alargador de pene. La compra la realizó en una página web.

Un buen día, lo que creía que era el alargador llegó a su poder. Sin embargo, sus ilusiones se cayeron por los suelos nada más abrir el paquete y encontrarse con que el remitente le había enviado una vulgar lupa.

Fue el 6 de enero cuando este personaje fue a la Comisaría Provincial. Su intención inicial fue la de interponer una denuncia al entender que estaba siendo víctima de una estafa telemática. Sin embargo,  una vez en la sede policial de Joaquín Costa, desistió y decidió volverse por donde había venido.

"Técnicamente sería discutible hablar de una estafa porque agrandar, lo que se dice agrandar, es lo que, a fin de cuentas, hace una lupa", reseñó con ironía un funcionario de la Comisaría.

Otras fuentes, no obstante, precisaron que este tipo de conductas se encuadra en una modalidad de fraude que ha experimentado en los últimos tiempos una cierta expansión.