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Lo que aprendimos sobre el sexo en 2011

Laura Moreno

Uno de los estudios realizados durante el año pasado quitó un manto de misterio al orgasmo femenino al estudiar el cerebro de la mujer en el momento del clímax.

Investigadores de la Universidad de Rutgers en Estados Unidos captaron las imágenes a través de una resonancia magnética. Para lograrlo, una voluntaria se introdujo en el interior de un escáner y se autoestimuló.

Según el estudio, las primeras caricias encienden sólo una región del córtex sensorial pero rápidamente las señales se extienden hacia el sistema límbico, la zona vinculada a las emociones, el comportamiento y la memoria a largo plazo.

El cerebelo y el córtex frontal se iluminan en los segundos previos al orgasmo. Cuando se alcanza el máximo placer, casi la totalidad del cerebro se vuelve muy activa.

Asimismo, investigadores británicos de la Universidad de Central Lancashire descubrieron que más de un cuarto de las mujeres gimen durante las relaciones sexuales, pero no por placer, sino para manipular a su pareja y hacerle creer que ha alcanzado la cúspide sexual, con el fin de influir en la situación en beneficio propio.

A todo esto, científicos de la Universidad Estatal de Ohio demostraron que aunque los hombres siempre piensan en sexo, no están muy lejos de los pensamientos de las mujeres.

Según el relevamiento, los hombres piensan en sexo unas 19 veces al día mientras que las mujeres lo hacen 10 veces.

Por último, investigadores de las universidades de Nuevo México y Colorado en Boulder, Estados Unidos, descubrieron que las mujeres que se encuentran en la fase más fértil del ciclo se muestran irremediablemente atraídas por los hombres de aspecto muy masculino.

La seducción que producen una mandíbula pronunciada, unos rasgos marcados y una frente bien definida es irresistible durante la ovulación.

En el caso de las mujeres cuyas parejas no tienen esos rasgos, se dedicarán durante esos días a fantasear con hombres que sí los luzcan.