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Lo que ellos NO quieren…

Laura Moreno

La comparación. Es lo peor que puedes hacer. Aunque tu ex pareja sea mejor en la cama, no se lo digas al hombre con el que te encuentras. Indiscreciones como afirmar que tu último novio estaba mejor dotado o que te hacía llegar antes al orgasmo están de más. Seguramente a ti también te molestaría que te comparara con sus ex novias.

Ser aburrida. Es peor que ser pasiva. Si el chico te gusta, demuéstraselo e innova; sé creativa y no temas al qué dirá.

Fingir un orgasmo. En caso de que tu pareja se de cuenta de que finges, no te lo perdonará. Si no llegas al orgasmo, es preferible que se lo digas a que lo engañes. Demuéstrale cómo quieres tener un orgasmo y cuéntale tu interés en lo que necesitas para lograrlo.

No le muestres aún tus juguetes. Los juguetes que se utilizan en el sexo, como vibradores y dildos, se utilizan con personas con las que se tiene confianza. Por ello, si es la primera vez que estás con él, no los saques del escondite.

Fuera complejos. A los hombres les atraen las mujeres seguras de sí mismas y les molestan quienes tienen la autoestima por los suelos. Cuando estés con él, olvídate de los complejos y disfruta.

Mordidas. Las pequeñas mordidas pueden ser excitantes si se hacen en los lugares y momentos adecuados. En el cuello y los labios pueden hacer que se encienda, pero ten cuidado con su miembro; puedes excederte en la fuerza y podría molestarle.

No toques la puerta de atrás (a menos de que él ya haya descubierto que le gusta). La única manera para que le prestes atención a su ano es que él te lo pida de forma explícita, esto se debe a que la mayor parte de los hombres teme descubrir que disfruta cuando alguien  lo toca allí (o él mismo).

El desorden puede esperar. A pesar de que seas muy ordenada, espera a que él se vaya para poder recoger tu cuarto. En lugar de ordenar todo, relájate y disfruta del momento post sexo.

No al silencio. En general, a los hombres les gusta escuchar las reacciones que causan en ti. Por ello, si estás disfrutando, no lo dudes: grítalo. Escuchar gemir a sus parejas o que una palabra obscena salga de sus labios les parece excitante. Dile lo que te gusta que haga y cómo puede hacerte disfrutar más.

Sexo oral. Si a tu chico le apetece una sesión de sexo oral, no se la niegues. Imagina cómo te sentirías si él dijera que no quiere tener sexo oral contigo. Pero hazlo de buena gana, que no sea sólo una obligación.