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Un boxeador decide amputarse un dedo para seguir peleando

Laura Moreno

 
Juan Carlos Robles es un boxeador del peso crucero que en abril de 2007 sufrió un grave accidente de motocicleta que estuvo a punto de costarle la vida, que le tuvo convaleciente nueve meses y que puso su carrera profesional contra las cuerdas.

El deportista estadounidense logró recuperarse de todas sus roturas y abrasiones, pero el dedo meñique de su mano derecha no mejoró como a él le hubiese gustado. Con ese dedo maltrecho la carrera boxística de Robles estaba finiquitada, por lo que el bueno de Juan Carlos, ni corto ni perezoso, decidió amputárselo… él mismo (su seguro médico no cubría esta intervención).

"Hice un buen trabajo, los médicos quedaron impresionados", explicó el boxeador al Washington Times.

La operación casera fue de lo más sangrienta. Robles se fue al mesón de la cocina, la cubrió con toallas, colocó un cincel sobre el dedo y golpeó con fuerza. "El dedo salió despedido como un misil", dijo el inconsciente boxeador.

Robles tenía un récord de 9 victorias y 0 derrotas antes del accidente.