Según reconocieron las propias chicas, el gerente del club les dijo que se fueran a "perder un poco de peso", según publica el diario Daily Mirror. Georgina Mason, de 23 años, que se encontraba entre el grupo, se sintió "disgustada" por aquella prohibición. "Llegamos cinco o seis personas sobre las 23:30 horas del sábado y los porteros no nos permitieron entrar porque éramos demasiado gordas", dijo.
"Les dije que era ridículo y pedí hablar con el gerente pero me dijeron que habían recibido demasiadas quejas sobre la grasa de ciertas personas", señaló Mason, al tiempo que asegura que le espetaron de malos modos que "la obesidad es mala para los negocios".
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