Otro caso increíble -y bastante común- es el de la gente que traga monedas. El más dramático ocurrió hace unos años cuando un hombre llegó al hospital diciendo que le dolía el estómago. Adentro tenía 350 monedas y otros objetos metálicos. Antes de morir por ese mismo motivo confesó que cuando lo invitaban a algún lugar y veía monedas las robaba, tragándoselas.
Una mujer se sintió tan asqueada al tragarse accidentalmente una cucaracha que intentó sacársela con un tenedor. Ambos, insecto y cubierto, fueron a parar a su estómago.
Imanes, dientes postizos, cepillos, llaves, joyas y carne humana son sólo algunos ejemplos más.
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