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En el mes de mayo, Snow Patrol y Radioacktiva queremos ser unas madres contigo!!!

Laura Moreno

Snow Patrol es nuestro artista del mes de mayo en Radioacktiva y por esto tenemos para ti un Laptop Hewlett-Packard y un DVD Player portátil edición especial para que te diviertas y para que te des cuenta que queremos ser unas lindas madres contigo durante este mes en el Planeta Rock.

Si estás actualmente cursando algún semestre de universidad, inscríbete en nuestra línea Acktiva 3 26 29 30 cada vez que oigas en nuestra programación la nueva canción de Snow Patrol ‘You’re All I Have’ o cuando oigas la señal del artista del mes.

Luego del primer paso, empieza a investigar lo que más puedas acerca de la banda y prepárate para la gran final el jueves 1 de junio a las 4:00 PM en las Maratones de Rock por Radioacktiva 97.9.

Concurso exclusivamente para estudiantes universitarios.

Premios:

1er Puesto: Laptop Hewlett-Packard
2do Puesto: DVD Player portátil edición especial de Snow Patrol

BIOGRAFÍA

«Somos una banda con ambición»

Pese a sus logros comerciales, concretados en más de dos millones de discos vendidos, 66 semanas en el Top 40 británico y un impacto muy considerable en Estados Unidos, la historia de Snow Patrol responde al modelo tantas veces repetido en el rock.

Dos universitarios comparten gustos musicales, deciden quemar su abundante tiempo formando una banda y, pese a su falta de pretensiones y una imagen poco ‘cool’, acaban aprovechando su momento y se convierten en estrellas. «Los dos últimos años han sido increíbles. Es muy difícil que no te afecte el hecho de que, de repente, todo el mundo decida que eres genial y acabes viendo a algunos de tus héroes musicales entre el público. Pero seguimos teniendo los pies en el suelo, no hemos dejado de tomar copas en la barra antes de los conciertos, es agradable ver las sonrisas cómplices de la gente», bromea el baterista John Quinn, que prefiere ver el sorpresivo éxito de Snow Patrol como el fruto de años de aprendizaje y trabajo en el underground del pop escocés.

Aunque se hayan forjado como grupo en la escena independiente de Glasgow, las raíces de Snow Patrol son norirlandesas. El compositor principal, cantante y líder oficioso, Gary Lightbody, y Quinn nacieron en Belfast, aunque se conocieron en el 94 en la universidad de Dundee, donde comenzaron con el primer bajista y teclista,, Mark McClelland, que acaba de ser sustituido por Paul Wilson, multiinstrumentista que formaba parte de la alineación en vivo del grupo, que completan el guitarrista Nathan Conolly y el teclista Tom Simpson.

Snow Patrol son ahora, por tanto, un quinteto. Lo que no queda claro es si se consideran irlandeses o escoceses. «Es una cuestión espinosa. En este momento hay más irlandeses que escoceses en la banda, la cosa está tres a dos. El problema es que si decimos que somos escoceses se molestan los irlandeses, y si decimos que somos irlandeses, al revés. Así que decimos una cosa u otra según dónde estemos. Aunque, técnicamente, supongo que somos una banda escocesa, ya que empezamos en Glasgow».

Quinn se remonta al 97, los días del post brit pop, previos al renacimiento rockero del nuevo milenio y ulterior revivalismo post punk que hoy marca la pauta. Un período de indefinición mediatizado por una retahíla de bandas que opositaban a ser una suerte de nuevos Radiohead que pudieran sacar al pop británico de su aburrimiento. El primer sello en firmar a Snow Patrol sería la independiente escocesa Jeepster, que avalaría en el 98 ‘Music for Polar Bears’, un prometedor debut asentado en un muro de guitarras distorsionadas con reminiscencias a los Pixies.

«Aquel primer interés nos convenció de que sería más conveniente trasladarnos a Glasgow». Ya con su facción ‘scot’ en su seno, Snow Patrol fueron labrándose durante un par de años una sólida base de fans a base de conciertos, con lo que ya contaban al editar su segundo álbum independiente, ‘When it’s all over we still have to clear up’ (01), con un repertorio que evidenciaba su querencia a las baladas ampulosas y a ornamentar el volumen de las guitarras con orquestaciones, percusiones y algunos gadgets sonoros.

Una propuesta atemperada por el productor Garrett Lee, que les situó en la estela de otras bandas escocesas como Idelwild o Arab Strap, con las que conectan en lo musical (comparten la energía guitarrera de los primeros y el punto vocal y la sensibilidad melódica de los segundos) y en lo personal. Su relación de amistad explica que sus respectivos vocalistas, Roddy Woomble y Aiddan Moffat, prestaran sus voces a los dos discos previos de la banda.

«Entre los grupos de Glasgow se da mucho esa camaradería y solemos tocar muy a menudo en formato acústico con gente de distintas bandas. Vamos a los mismos sitios, compartimos una escena y no existen los típicos problemas de ego o de celos entre las bandas». Ese buen rollo del que habla Quinn, unido a la pasión de Gary Lightbody por Lou Barlow, explica que, tras asistir a un concierto del ‘alma mater’ de Sebadoh, le diera por formar el proyecto Reinder Section, una especie de ‘dream team’ del indie escocés del que, además de Snow Patrol al completo, fueron cómplices gente de Mogwai, Belle & Sebastian, Mull Historical Society, Eva, Astric y los citados Arab Strap e Iddlewild.

«Si encuentro tiempo para invitar a amigos grabaremos un segundo álbum, aunque va a ser difícil porque durante los dos últimos años y medio no hemos parado». Se refiere Gary a todo el boom suscitado por su ‘Final straw’ (04), álbum fruto de su fichaje por la multinacional Polydor con el que llegaron al ‘top 3’ británico y del que han vendido más de dos millones de copias, en buena medida gracias al impacto del sobado single ‘Run’, balada indie que tantas comparaciones provocó con Coldplay.

Sobre un acantilado

Su éxito acabó superando las propias previsiones del grupo, que llegó a ser invitado a tocar en el macrofestival benéfico Live 8 y a actuar como teloneros de unos U2 con quienes comparten sus inquietudes sociales. Como Bono, apoyan la campaña Make Poverty History, aunque Snow Patrol separan siempre música y política.

Ese estigma es el que van a quitarse con ‘Eyes open’, nuevo álbum que verá la luz el 1 de mayo y al que el ahora quinteto dio forma junto a su productor de confianza, Garrett Lee, en el retiro casi monacal de una remota cabaña de la pequeña localidad costera irlandesa de Dingle. «Estaba al borde un acantilado en el punto más al norte de Irlanda. Kate Bush grabó también allí y yo conocía el lugar y convencí para ir al resto del grupo. Fue genial trabajar aislados con el mar pegando justo debajo».

En esta ocasión pudieron contar con Garret durante todo el proceso creativo, no sólo de la grabación, como en ‘Final Straw’. «Es ya como un miembro más del grupo. No podríamos hacer un disco sin él», explica Quinn. Marcado por las letras «más oscuras, duras y sinceras» que Gary dice haber hecho hasta ahora, ‘Eyes open’ adereza espirales de guitarras a lo My Bloody Valentine, armonías abrillantadas con percusiones y cuerdas, pinceladas ambientales de sonidos tomados de campanas o cajas de música deudoras de los Radiohead más atmosféricos, al tiempo que combina trallazos como ese ‘How to be dead’ llamado a ser un próximo clásico del grupo, y canciones de amor como ‘Chasing cars’.

Un balance entre la energía y calma en el que, según Quinn, «la melodía actúa como nexo para que la música vaya en un sentido u otro. No decidimos por adelantado hacer un disco más intenso o ambiental, tan sólo tratamos de hacer canciones con la entidad suficiente para dar forma a un bien disco».

Completado en Escocia, ‘Eyes open’ es un «viaje emocional dramático pero con final feliz» (Gary dixit) que cuenta con las aportaciones de Ken Stringfellow (Posies, Big, REM…) y Martha Wainwirght (hermana de Rufus), que canta en la emocionante ‘Set fire to the third bar’. El contrapunto armónico lo pone un coro de voces del indie escocés-irlandés formado por Eugene Kelly, Charlie Clarke o Jenny Reeve.

«Ken, además de un gran hombre, es un amigo y un músico genial, siempre dispuesto a colaborar con todo el mundo. Lo de Martha fue más casual. Fue una de las últimas canciones que Gary escribió y habíamos pensado en ella para el tema, pero lo veíamos complicado. Y entonces pasó una de esas cosas que te hacen creer en el destino. Alguien nos dijo que estaba en Inglaterra y dispuesta a grabar el tema».

Honestidad

Tras vender más de medio millón en el mercado americano, algo sólo logrado por otras cinco bandas británicas (U2, Coldplay, Keane, Darkness y Lost Prophets), Snow Patrol van ahora a por todas aunque mantienen los pies en la tierra. «Lo que hemos hecho hasta ahora ha estado muy bien, pero sabíamos que no valdría para nada si nuestro nuevo disco no fuera lo suficientemente nuevo. No habríamos llegado hasta aquí sin mantener el nivel de autocrítica que tenemos. Somos una banda ambiciosa, pero también sincera y consciente de dónde venimos».

Y dicen por ello que saben lo importante que son «el trabajo y la dedicación. Hacer un buen disco es una parte. Para lograr reconocimiento, sobre todo en Estados Unidos, tienes que tener mucho tiempo para girar. Muchas bandas han estados en Nueva York y Los Ángeles y dicen que han girado en EE UU. A nosotros nos ha costado cinco largas giras poder tocar ante 5.000 personas en Nueva York. Estados Unidos no es un país con una radio nacional en la que sonar, sino un conjunto de estados muy diferentes. Es algo que han entendido bandas británicas como Futureheads, Bloc Party o Franz Ferdinand».

Tomado de https://canales.laverdad.es

DATOS CLAVES

La historia de Snow Patrol empieza en la universidad de Dundee, Escocia. El inquieto Gary Lightbody conoce allí a Mark McClelland en 1994, para iniciar una relación de amistad que pasará a ser musical bajo el nombre de Polar Bear.

Sus composiciones van cobrando forma mientras el miedo a problemas legales –el ex – Jane’s Addiction Eric Avery estaba utilizando su misma nomenclatura para un proyecto personal, hace que el dúo se rebautice como Snow Patrol.

El batería John Quinn se agrega a la formación y tras firmar por el sello Jeepster, la patrulla debuta con el álbum ‘Songs for polar bears’ (1998), para lograr un notable éxito en la escena alternativa del Reino Unido.

Tras finalizar sus estudios, los integrantes del trío se instalan en Glasgow a finales de 2000, antes de grabar su segundo trabajo, ‘When it’s all over we still have to clear up’, que aparece durante la primavera de 2001. Las relaciones con la discográfica no son muy buenas que se podría desear y la incómoda situación acabará por romper la relación entre ambos interesados.

El guitarrista Nathan Connolly es reclutado por la banda, mientras Snow Patrol entran a formar parte de la escudería Fiction Records –un sello de Polydor-. Ya como cuarteto entregan ‘Final Straw’ (2004), un tercer disco que les confirma como referencia en la escena de Glasgow.