Nada que hacer Manson es Manson.

Laura Moreno

Marilyn Manson rompio el silencio en Denver el pasado miercoles, cuando su esperada parada en el Ozzfest se hizo concierto en las horas de la noche. Manson y su banda andaban un poco dubitativos con respecto de dicha presentación, pues no tocaban en vivo en la ciudad ya mencionada desde 1999, a raiz de una masacre escolar en el colegio Columbine High, de la población de Mile High City…los asesinatos fueron realizados por un par de jóvenes sicarios que alegarían después ser fanáticos del grupo industrial, y desde entonces, Marilyn Manson ha tenido su entrada vetada en el estado de Colorado.

A petición de uno de los lideres espirituales de la ciudades, un ministro evangélico que hace unas semanas declaro a Manson y a sus secuaces de rock como “portadores de mensajes de odio”, la banda de Tampa había pensado en cancelar esa presentación en el Ozzfest, pero decidió tocar a ultima hora, rodeados de admiradores furibundos y detractores pacíficos que en silenciosa manifestación acompañaron al músico y a sus compañeros.